En la parte 1 del post transformación digital, qué es y como implementarla, definimos, poniendo ejemplos prácticos, qué era la transformación digital.
En esta segunda parte, vamos a intentar explicar, bajo nuestra experiencia, la mejor manera de implementarla sin morir en el intento.
Si volvemos a nuestro gran amigo Google, al buscar cómo implementar una estrategia de transformación digital observamos, una vez más, pasos muy genéricos y difíciles de llevar a la práctica todos a la vez. Por ejemplo
Es muy fácil encontrar mucha literatura sobre las fases o modelos de transformación digital, pero desde nuestro punto de vista poco nos ayudan a la implementación.
¿Cuál es el principal problema a la hora de iniciar el camino hacía la transformación digital?
Pues muy sencillo, el principal problema de la transofmración digital es querer abarcar un cambio radical de misión, visión empresarial en pocos meses. Como dijimos en la parte 1 de este post, la transformación digital es un proceso que engloba todos los departamentos de la empresa y por lo tanto, todos deben estar implicados en el mismo.
En la siguiente imagen se explica perfectamente:
Proceso de la transformación digital
Entonces, ¿Cómo lo hacemos?
¡Tranquilos, no es tan difícil como suena!
Los modelos teóricos de transformación digital y business intelligent hablan casi en su mayoría de estrategias Top-Down (estrategia que se inicia en los niveles altos de la empresa y se ejecutan hacía abajo). Nosotros, de cara a tener éxito, proponemos una estrategia Bottom up.
En la siguiente imagen podemos ver pros y contras de ambas estrategias.
¿Por qué los procesos de transformación digital que empiezan desde abajo son un éxito?
Porque solucionan un problema que la empresa había detectado en algún proceso productivo. Por lo tanto, el paso 1 para iniciar un cambio es detectar un problema. Estas son algunas de las consultas que nos han llegado:
- Hospital: Ubicar sillas de ruedas para agilizar el alta de pacientes.
- Sector automóvil: Controlar ciclo de coche en taller para controlar tiempos de reparación. Esto nos llevó luego al control de ciclos de las cabinas de pintura.
- Espacios co-working: Seguimiento de personas para conocer la utilización de espacios.
- Sector industrial: Ubicación de matrices en fábrica para optimizar tiempo de producción.
- Sector automóvil: Control de ubicación de containers entre varios proveedores.
- Seguridad: Dispositivo Hombre muerto
- Eventos: Seguimiento de asistentes.
- Bodegas: control de materias primas.
- Etc.
De entrada son cosas sencillas, pero sirven para que la empresa pruebe la digitalización. Para solucionar problemas y obtener datos sobre los que basarnos para proponer soluciones usamos el internet de las cosas (IOT). Todo tipo de sensores ambientales, de localización y seguimiento. (Puedes ver más en la parte 1 de este post).
Ya tenemos el primer paso, ¿cómo seguimos?
¡Escalabilidad es la palabra!
La experiencia nos dice que, si queremos que nuestro proyecto de transformación siga creciendo debe ser escalable. Y permitir la integración de diferentes partes del proceso productivo además de todo tipo de datos.
La escalabilidad nos permitirá que tengamos siempre un proyecto a medida de las necesidades de la empresa bajo dos puntos clave, lo que necesita optimizar a un precio asequible.
Por lo tanto, esta es nuestra recomendación:
Empezad digitalizando algún proceso productivo que os de problemas, así podréis demostrar a dirección que este tema funciona y que permite rentabilizar la inversión.
Así se entra en la rueda de la digitalización, de la cual, ¡será imposible escapar! 😉
Si tenéis preguntas al respecto, no dudéis en contactar con nosotros.
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Anna Herrera | CEO en Be Smart
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